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Victoria de la Dignidad

Al filo de la medianoche de este martes 19 de junio, el presidente del V Período de sesiones del nuevo Consejo de los Derechos Humanos de Naciones Unidas, el embajador mexicano Luis Antonio de Alba, informó que cesaba el mandato de la denominada Representante Personal de la Alta Comisionada de los Derechos Humanos para Cuba.

El bochornoso y grotesco espectáculo yanqui en Ginebra y fuera de Ginebra se vino abajo, tras 20 años de manipulaciones de la tristemente célebre y desaparecida Comisión de Derechos Humanos, cuyas imágenes todos recuerdan en el Planeta.

Mensajes, llamadas telefónicas a Presidentes, Primeros Ministros y Cancilleres, documentos condenatorios contra Cuba, redactados incluso en inglés por Washington, para que fueran presentados en el foro por payasos de la peor calaña, corre-corre de los "diplomáticos" yanquis en el salón plenario para presionar a los jefes de delegaciones de otros países, brindis, comelatas, promesas de "ayudas" del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial a cambio de votos favorables a Estados Unidos y muchas otras maniobras han caído de un tirón en el depósito de deshechos sólidos, como se les llama ahora a los basureros.

En los últimos años, hasta el propio Mr. W y la señorita Condi se encargaban de hacer las llamaditas a sus ilustres colegas, para recordarles aquello de "todo o nada". O votan contra Cuba o no reciben ni un centavo.

En síntesis, así transcurrían aquellas sesiones de la desprestigiada comisión, entidad inquisidora contra las naciones del Sur, y protectoras a ultranza de los países del Norte, que acumulan bastante estiércol en sus archivos de Derechos Humanos, pero allí, en Ginebra, eran los intocables.

Por presiones yanquis, que por cierto, no fueron elegidos para integrar el nuevo Consejo, se procedió a designar a una representante personal de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que elaborara informes acerca de la situación en Cuba.

Para este papel fue seleccionada la jurista francesa Christine Chanet, quien el primer año de su mandato se le pudo quizás perdonar su novatada de aceptar haberse prestado para tal juego sucio, pero que con el transcurso del tiempo se encargó ella misma de demostrar que ha sido una simple pieza de segunda mano en el tablero yanqui, al cual se ha prestado o alquilado, vaya usted a saber, porque billetes verdes son los que le sobran a Washington para sobornar, comprar y chantajear a ilustres personajes de estos tiempos.

La infeliz Chanet trató por todos sus medios de que el Gobierno de Cuba la autorizara a visitar al país en calidad de "inspectora".

Al parecer, esta dama de la tierra en la cual surgió la consigna de "Libertad, Igualdad y Fraternidad". No sabe siquiera que en fecha tan lejana como 1962, precisamente en medio de la Crisis de Octubre, cuando Estados Unidos puso al mundo al borde del holocausto nuclear, Cuba declaró, de una vez por todas, que no permitiría jamás inspecciones en su territorio, por parte de nadie.

Y Cuba, debe saberlo bien esta señorona, siempre cumple sus promesas, y respeta mucho, y exige que se respete el derecho inalienable de cada pueblo a su soberanía, que es un precepto jurídico que quizás la Chanet haya al menos leído alguna vez en su ya larga vida como jurista.

Así pasó todo el período del bochornoso mandato de la Chanet, sin penas ni glorias. Pero eso sí: cumplió al pie de la letra sus funciones, guiada y asesorada por la mafia miamense y las transnacionales de la desinformación que satanizan a Cuba, con cuyos argumentos ella redactaba los suyos y tenía el valor de presentarlos ante la maltrecha Comisión, que EPD.

Esos mismos mafiosos ya saltaron hoy: los congreterroristas Lincoln Díaz Balart y la Loba Feroz Ileana Ros Lethinen se apresuraron esta mañana en criticar al Consejo de Derechos Humanos por la decisión adoptada, y la Ros llamó al Presidente Mr. W. a suprimir de inmediato "el aporte económico de Estados Unidos a esa entidad".

Para chantajear y presionar, no pierden tiempo.

Estos dos mismos representantes de la mafia anticubana, los otros que no menciono, subsecretarios de Estado y embajadores yanquis se encargaban de hacer las primeras llamadas telefónicas, y de enviar e-mails y faxes para amenazar a medio mundo.

Contaban siempre con el respaldo de sus acólitos de la Unión Europea y de impostores mal nacidos al Sur del Río Bravo, que ostentaban cargos presidenciales, como Mr. Fox y Mr. Battle, por apenas citar a algunos, que corrían a levantar sus brazos contra Cuba, como si estuvieran contratados para hacer una campaña publicitaria para una marca de desodorantes.

Y así, con los brazos en alto y las rodillas dobladas por el miedo y los bolsillos abultados, año tras año Cuba era condenada por violaciones de los derechos humanos.

El canciller Felipe Pérez Roque afirmó en una de las sesiones de la cuestionada Comisión que en Cuba, efectivamente, se violan los derechos humanos de los presos políticos: en la Base Naval que en Guantánamo ocupa ilegalmente Estados Unidos, donde están hacinados, en un verdadero campo de concentración que nada tiene que envidiar a los nazis, más de 400 "combatientes enemigos".

La Humanidad toda recuerda aquellas macabras fotografías de torturas y vejámenes a estos presos sin nombres. El escándalo conmocionó al Planeta. Cuba presentó la denuncia en la famosa Comisión, pero ni una sola voz europea se alzó para al menos solicitar que se nombrara a un Relator Especial que investigara aquella tragedia que dejaba en pañales a los más connotados torturadores de la Edad Media.

Silencio. Complicidad. Cobardía. De haber vivido en esta época, Víctor Hugo podría escribir 10 ó 20 tomos más de Los Miserables, con apenas mencionar los nombres de sus coterráneos europeos, que al callar, otorgan.

Por esas tierras magnánimas, en las cuales aún se huele la sangre que hicieron derramar a pueblos enteros de Asia, África y América Latina y el Caribe, sobrevolaron vuelos secretos de la CIA, que conducían secuestrados a prisioneros muchas veces inocentes, y que eran encerrados en cárceles también secretas, en un secreto a voces.

Ni una palabra de esto en la depauperada Comisión.

Israel masacra al pueblo palestino, arrasa con Beirut y extiende su infame muro y su extensión geográfica a costa de los territorios árabes ocupados, pero la Comisión hacía lo de los tres monitos: taparse los ojos, la nariz y la boca. ¡Sobre todo la boca, para no denunciar a Israel y a su principal aliado, Estados Unidos!

Ah, pero si un niño palestino lanzaba una simple piedra contra un tanque israelí que acababa de asesinar a sus padres y hermanitos, entonces sí: a condenar a los palestinos por terroristas y violadores de los derechos humanos.

Si Australia veja, oprime y mata a cientos de miles de sus aborígenes, por parte de un gobernante más yanqui que el propio Mr. W., la Comisión callaba.

Y calla ante la puesta en libertad del architerrorista Luis Posada Carriles, quien asesinó incluso a un joven italiano, que no era ciudadano del Tercer Mundo, como los 73 pasajeros y tripulantes del avión de Cubana destrozado sobre las playas de Barbados, y que eran cubanos, guyaneses y norcoreanos.

Ni una palabra de esto. Ni Europa, ni Canadá, ni Japón, cuyos hijos aún nacen con las secuelas de las dos bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki por Estados Unidos, las únicos artefactos de este tipo empleados hasta ahora por un país contra otro.

A Cuba sí había que crucificarla año tras año, para justificar que Estados Unidos pudiera mantener e incrementar su genocida bloqueo que dura ya más de cuatro décadas, y con el cual trata de rendir por hambre y enfermedades a un pueblo de más de 11 millones de habitantes.

Todo mostraba a las claras el carácter selectivo, discriminatorio y de doble rasero de las acciones de la fenecida Comisión.

Así, el 15 de marzo del 2006, por Resolución 60/251 de la Asamblea General de Naciones Unidas, se determinó la creación del Consejo de Derechos Humanos, que integran 47 Estados, entre ellos Cuba, elegida por abrumadora mayoría, pese a las maniobras de Estados Unidos, que no fue elegido, y de la Unión Europea para impedirlo.

Pero como los tiempos están cambiando, lo de la semana anterior en este Consejo sirvió de asombro para muchos: 25 países subieron al podio ginebrino y expresaron sus argumentos a favor de Cuba, algo inusual e inédito en este tipo de debates.

La decisión, como ya se sabe, fue la de descontinuar el mandato de la Relatora Especial para Cuba, ya sea la Chanet o la Virgen María.

Rápido, los corifeos yanquis se levantaron para dar sus griticos de protesta: Alemania, Canadá y por supuesto, la República Checa, que últimamente se ha rentado como un auto de segunda para la farsa orquestada en Washington.

La Chanet debe andar preocupada, pues se le acabó de un plumazo el "extra" que seguramente le entraba cada mes por su innoble misión.

Pudiera sugerirle que dedicara un año sabático para repasar sus estudios de Derecho y actualizarse con las realidades de este mundo, en peligro de desaparición gracias a las políticas locas de sus amos.

Si lo decidiera hacer, Cuba podría actualizarle algunos datos, para que ella misma compare quién es de veras el violador más flagrante de los derechos humanos en toda la Historia de la Humanidad.

Cuba jamás ha amenazado a "60 ó más oscuros rincones" con borrarlos de la faz del Planeta, no abandonó a sus negros ni pobres, víctimas del azote del huracán Katrina, no ha bombardeado a Afganistán ni a Iraq, ni ha ocasionado más de 600 000 muertes de civiles en ese último país, al cual también le han destrozado su cultura milenaria.

Estados Unidos se ha negado a suscribir más de 158 tratados y convenios internacionales en materia de Derechos Humanos, por no mencionar los protocolos medioambientales, a los cuales se opone rotundamente, quizás por la idea peregrina de que ellos se salvarían ante cualquier catástrofe ocurrida por el calentamiento global.

Cuba, por su parte, colaboró con la sangre de sus mejores hijos a erradicar el colonialismo y el apartheid en África, continente al cual Estados Unidos y Europa han saqueado y pretenden saquear aún más, si es que acaso es posible.

Cuba no tiene cárceles secretas y los presos que la Chanet cuestiona son los mercenarios pagados por los yanquis para cometer actos terroristas o de desestabilización contra un Gobierno elegido por inmensa mayoría y legalmente constituido.

Cuba no mantiene encerrados en prisión a cinco valientes jóvenes por haberse enfrentado a las hordas terroristas en Miami, para evitar más pérdidas de vidas inocentes y mutilados a su pueblo y al pueblo estadounidense.

Cuba no ha realizado vuelos secretos ni tenido cárceles secretas en Europa, ni levanta muros para impedir el acceso de emigrantes, ni destruye aviones civiles en pleno vuelo, ni asesina a jóvenes turistas italianos en hoteles, ni tortura, ni arroja fósforo blanco o proyectiles de uranio empobrecido contra poblaciones inocentes, llamadas eufemísticamente "daños colaterales".

Cuba no ha aprobado ningún Capítulo Secreto incluido en ningún "Plan Castro" para derrocar a Mr. W., ni el Presidente cubano le ha prometido a sus generales que van a "tener a Estados Unidos después que acaben con Iraq e Irán".

Por el contrario, en un centenar de naciones hay actualmente 42 000 médicos, enfermeras, maestros, entrenadores deportivos, ingenieros y técnicos cubanos, ayudando al desarrollo de esos pueblos.

Cuba, en estos momentos, forma a más de 30 000 jóvenes de 118 países, incluido Estados Unidos, en sus aulas universitarias.

Cuba ha devuelto la visión a más de 700 000 hombres, mujeres y niños de 31 países, y no detiene su empeño solidario, que parte del principio martiano de que "Patria es Humanidad".

La cortina de silencio, incluso, se ha roto desde este martes 19 de junio. Más de 182 artículos y comentarios han sido publicados ya en la prensa internacional, sobre este tema de la victoria cubana.

Las agencias cablegráficas reseñan la noticia, que ha sido reproducida en Radio Cooperativa de Chile; Univisión y La Jornada, de México; El País y Terra España; El Financiero y El Comercio, de Perú y ABC Color, de Estados Unidos.

Y hasta el Miami Herald y la mal llamada Radio Martí se hicieron eco de la victoria cubana, aunque ciertamente a su manera, con las amenazantes declaraciones de los congresistas mafiosos, los mismos que mediante un colosal fraude llevaron dos veces a la presidencia a Mr. W.

Buen comienzo, pues, el del nuevo Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Ojalá no se impongan allí las presiones y el chantaje yanquis, para ver quién es quién en el mundo.

Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba

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